IRMA LA DULCE

Meti el DVD con cierta curiosidad. Había leído la sinopsis y no me cuadraba.. ¿Podía Billy Wilder hacer una película sobre una chica de la calle? ¡No, no podía! Él me hizo reír con la ya clasificada como "mejor película de humor del siglo XX" en Con Faldas y a Lo Loco, él me hizo apreciar la belleza de la garbo y me hizo reír con ella en Ninotchka, él me llevó a vivir en primera fila todas las historias entre absurdas y cómicas en 1, 2, 3.. En fin... No me lo podía creer.

Así que comencé a verla con el ceño fruncido y acabé por asegurar que, tratándose de un artista como él, no se trataría tanto del tema sino de cómo lo trata, es decir, de su peculiar punto de vista.

Pero no fue así. Irma la dulce te muestra con descaro y sin verguenza el día a día de una chica como Irma. El espectador no sabe cómo llegó a aceptar trabajar en eso una mujer tan dulce como Irma. realmente Shirley McClaine resulta encantadora, sonriente, simpática. te cae bien.

Todo va bien en la calle casanova (en cuyo Hotel casanova no cesan de entrar chicas con sus efímeros acompañantes) hasta que llega al barrio un agente honrado .- Néstor interpretado por Lemmon-.que no está dispuesto a dejarse sobornar por nadie que quiera enmascarar ese oficio. Jack lemmon en este papel de limpio policía resulta, de nuevo, fácil de querer.

Lo que sucede cuando ambos personajes, ambos bellas personas en su fondo, coinciden es la trama de la película.

Es algo que debe ser visto por uno mismo. Sólo señalaré que Jack Lemmon, como en el Apartamento (tambien de Wilder y también con Shirley McClaine) encarna al hombre caballeroso, que sigue en su vida unos pocos principios nobles que no piensa saltarse, y que respeta a la persona humana.

Enternecedora la escena en la que Irma ha llevado a Néstor a su casita advirtiéndole que no espere mucho lujo.- es un antiguo estudio d pintor que no tiene ni cortinas-. y ella, ya desvestida se mete en la cama y espera fumando a que haga lo mismo Néstor, que se quita la camisa y le pregunta a ella: ¿Te quito las medias?, a lo que ella con cierta curiosidad responde Como quieras. Y él quita las medias colgadas en el ventanal y en su lugar cuelga unas enormes hojas de periodicos para que sustituyan a las cortnas que todavía no se han comprado, salvaguardando así la dignidad de su nueva amiga. Ante esto Irma sonríe sorprendida por la delicadeza de su amigo, en total contraste con lo que ella está acostumbrada a ver.

Billy Wilder consigue que sonriamos con esta pelicula, no como quien ve una escena basta, sino como quien presencia una auténtica historia de amor.