viernes, 23 de julio de 2010

Cuando Harry encontró a Sally






Deliciosa e inteligente. Papel debut de Meg Ryan, más dulce y carismática que nunca y guion debut de Nora Ephron, una de mis guionistas predilectas (Algo para recordad, Tienes un e-mail, Colgadas, Julie&Julia, Embrujadas). El guion es uno de los fuertes de esta cinta rodada en 1989 y estrenada ese mismo año en USA y en 1990 (año de mi cumple!! qué honor!) aqui en España. Tuvo tres candidaturas (Mejor actor principal, Mejor actriz principal y Mejor guión original) ganando este último, iniciando asi Nora Ephron su carrera cineasta con todos los honores.



El guión es rápido, ingenioso, original, chispeante, se nota que está trabajado. Las escenas más entrañables en escenarios exquisitos: un Nueva York en tonos ocres, en todo su explendor: panormica de Central Park, escaparates deliciosos en Navidad, el comercio de abetos, restaurantes, lofts, la coqueta casa de Sally (Meg Ryan), el intelectual y espacioso loft de Harry (carismatico tambien Billy Cristal).
La pregunta que sostiene el argumento es ¿Pueden hombres y mujeres ser simplemente amigos?




Desde el principio queremos conocer a Harry y a Sally: son jóvenes, ingeniosos, impetuosos, con ese ímpetu propio de los universitarios que tienen ansias de comerse el mundo.
El director, Rob Reiner, salia por esas épocas de una relación y rodar "Cuando Harry. ..." fue la mejor terapia. Su madre salio en una de las escenas: la más mitica, en el restaurante, es la mujer que pide lo mismo que Sally. Por cierto que esa escena la decidieron Nora y Rob, porque el tono de la película estaba apagandose hacia la mitad de la cinta y querian meter un gag cómico, una escena divertida. ¿Qué es propio de las mujeres? Pensaba Nora, y surgió el tema del fingimiento. Meg propuso que se hiciera en un lugar público, y asi se hizo, en jun restaurante abarrotado, convirtiendose en una de las escenas más míticas del cine. Pero todos sabemos que no es esa la mejor, los 90 minutos de película estan plagados de escenas perfectamwente dibujadas, especiales, únicas y que conectan totalmente con la psique del espectador. La cita a ciegas entre Harry y la amiga de Sally, y Sally y el amigo de Harry, acabando por emparejarse los amigos y quedandose Harry y Sally, que ya son amigos desde hace tiempo, frente a frente. O la partida de Pictionary entre varios amigos. O el viaje en avion en el que coinciden despues de cinco años Harry y Sally, y conversan con chispa y gracia sobre la primera conversacion que tuvieron en un taxi, de Chicago a Nueva York. Esa es de las mejores partes (si es que puede decirse que hay partes mejores que otras): el inicio de esta maravillosa aventura en la que el cuarteto Rob&Nora&Meg&Billy nos intorducen. Harry y Sally que tienen una amiga común, viajan juntos, durante 18 horas hasta Nueva York.





El ritmo de la conversación y los gestos de esos dos jóvenes, y la musica, y la estética de la imagen, se funden en una obra maestra que solo provocan satisfaccion casi plena, convirtiendose en una pelicula que puedes volver a ver con más frecuencia que las demás y no hartarte, porque ¿acaso te hartarias de un buen amigo? ¿no querrías pasar, como minimo 90 minutos con tu amiga más dulce, más intima?
Dos personajes perfilados por una maestra de la caracterización, Miss Ephron, que en esa primera secuencia del taxi que he descrito no encajan, se replican constantemente, con ese impetu y osadia a la que he aludido antes, propia de los jovenes. Ella con una luz y energía que traspasa la pantalla, quiere estudiar periodismo. Él le reta, desafiante, descarado:O sea, vas a escribir cosas que le pasan a otros, no? Y a partir de ahí comienza una carrera dialéctica, en la que ante los ojos del espectador ve que en el fondo se está fraguando un mínimo aprecio, muy mínimo, pero real. Como curiosidad, leí en un estupendo blog de cine, que un grupo de científicos del King College de Londres realizó un estudio sobre la química entre humanos, y realizó una lista de los personajes de cine que más química tenían. La lista la encabezaban Harry y Sally. Aunque prescindiéramos de esta lista probablemente coindiríamos en este punto.


Los detalles, el trabajo de los profesionales detrás y delante de la pantalla, son clave. Y los personajes, que como dijo Woody Allen, maestro de maestros, son los responsables del 90% del éxito de la historia. Estos detalles toman mil formas, que probablemente la artista Ephron escribiría en el metro, en un puestecillo de perritos calientes, sacando su libretita en el momento menos oportuno o inesperado, observando a las parejas, volcando parte de su propia experiencia. Trasladó parte de sí misma Sally, y se comenta que Rob Reiner también influyó en el personaje de Harry. Pues bien, estos detalles cuando salen del trabajo y la unicidad del escritro, se tornan especiales, originales, enigmaticos. Por ejemplo, las escenas que se intercalan a lo largo de toda la obra, en el mismo sofá, matrimonios de ancianos cuentan cómo se encontraron y cómo se casaron. Entrañables tambien las historias de estas parejas veteranas. Hasta esos carácteres que intervienen 1 minuto están trabajados. El espectador piensa "Sí, ya conozco ese tipo de relación. ¡Me recuerda a mis propios abuelos!" Y sonríes.
No puedo contar más, y podría haber contado menos y no podría transmitir lo que realmente encierra este ya clásico.



Las imágenes las he sacado de la fantástica web de cine Skyjude.